En una escuela rural situada no lejos de la ciudad, Mónica asiste diariamente a tomar clases. Le gusta mucho cómo se viste su maestra, observa con detalle cómo va vestida y se imagina que al crecer, ella podrá ser como su profesora.
Mónica es una niña muy inquieta, le gusta relacionarse con sus compañeros y le agrada participar en clase cuando la maestra pregunta algo. Sin embargo, a veces le cuesta concentrarse en lo que la maestra está explicando, pero basta que la maestra se acerque a su banca y toque su hombro para que Mónica comprenda con mayor claridad lo que se está explicando en el salón. El suave toque de su maestra le proporciona a Mónica una sensación de confianza y bienestar que le ayuda a absorber con más facilidad los conocimientos. Le encanta que la maestra le pida que lleve o traiga material de la dirección como lápices, gises, borrador, franela, etc., a Mónica le gusta mucho entrar y salir del salón, lo que la hace parecer una niña muy inquieta. Sin embargo, tiene muy buena ortografía, escribe las palabras como “le late” y sorprendentemente lo hace muy bien. Es una excelente deportista, además de ser una muy buena amiga y consejera, sabe ser comprensiva y escuchar con mucha atención para ayudar a sus amigos y compañeros. Cuando tienen clases de educación física, sus compañeros se pelean para que Mónica forme parte de su equipo y los lleve al triunfo.
Por todo esto, sabemos que Mónica es una persona kinestésica, aunque aparentemente tiene un poco de problema al aprender, no significa que no sepa hacer las cosas, es de las personas que lo que bien aprende, nunca lo olvida.
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